INTRODUCCION

El período histórico que sucede a la Edad Media en Europa es conocido como el Renacimiento ,comprende todo el siglo XVI aunque sus precedentes se encuentran en   los siglos XIV y XV y sus influencias se dejan notar en el XVII
Se inició en Italia y se extendió por toda Europa favorecido por el invento de la imprenta .
Los escritores del renacimiento adoptaron como modelos que debían ser imitados a los escritores de la antiguedad clásica ,y a los grandes italianos del siglo XIV Dante,   Petrarca, y Boccacio .Este movimiento fue influido por los humanistas que estudiaron la cultura de Grecia y Roma , entre los que destacan Erasmo de Rotterdam, Antonio de  Nebrija y Juan Luis Vives.
Durante la Edad Media el arte es unmedio para honrar a Dios.En el Renacimiento el centro del mundo es el hombre,los poetas cantan al amor humano,la naturaleza , los hechos guerreros, y también tratan temas filosóficos y políticos.

El Renacimiento:

Filosofía y modernidad. Los orígenes de la modernidad:Con la era cristiana la razón griega queda oscurecida durante siglos. Pero el espíritu que había dado vida al pensamiento filosófico griego renacerá con fuerza y los hombres continuarán el interrumpido proyecto que los filósofos griegos estudiaron como el orden de la razón. El mundo moderno utilizará la razón científica como base de su filosofía; comienza hacia el 1400, durando hasta el 1650, cuando la mentalidad renacentista triunfa definitivamente sobre las tradiciones clericales de la Edad Media. Durante este largo período el pensamiento europeo sufrirá una profunda transformación que produce una nueva mentalidad. El Renacimiento afecta a las estructuras básicas de la sociedad y la cultura, comprendiendo la vida cotidiana y la mentalidad diaria, la práctica de las normas morales y de los ideales éticos, las artes, las ciencias, etc.. El Renacimiento es la primera etapa del proceso de transformación del feudalismo al capitalismo; su ruptura con el mundo medieval se produce en todos los órdenes de la cultura renacentista, pero hay que tener presente que el Renacimiento es un período complejo, plural, donde lo viejo y lo nuevo se mezclan y se entrecruzan. Los comienzos del S. XV son de gran actividad creadora, aunque también de gran confusión, al tener que acostumbrarse a las nuevas perspectivas vitales (interpretación del hombre, del Cosmos...). En este siglo hay una doble vida: La supervivencia de la vida medieval y el Renacimiento de una nueva vida. El hombre que mejor representa a esta época en la que los individuos tienen conciencia de estar situados en los confines de dos mundos es Pico Della Mirandola. Se produce una situación en el límite de dos formas de vida, generando contradicciones (Paganos y Cristianos). Pese a ello hay una clara conciencia de estar al final de un mundo y el comienzo de otro; esta conciencia es la que caracteriza a los hombres renacentistas. Hay también una supervivencia de la vida medieval, pero el hecho de que los pensadores de esta época tengan clara conciencia de ello, es precisamente lo que produce distancias y separa de raíz el Medievo del Renacimiento. La novedad y el carácter revolucionario del Renacimiento está en la actitud de los hombres ante el mundo, éste no es un lugar de paso, sino algo valioso y bello que el hombre puede transformar en su morada, siendo el hombre protagonista de su destino. La capacidad creadora del hombre hizo que muchos filósofos renacentistas abandonaran el mundo medieval de Adán por el de Prometeo (inventos de las artes y los instrumentos de la vida civil). El pensamiento renacentista rompe con la jerarquía universal de las cosas y sitúa al hombre como capaz de cambiar cualquier realidad enojosa y si sufre no es por decreto de la naturaleza o de Dios, sino por su falta de esfuerzo intelectual o manual, por su estupidez o por su perversidad. Esta concepción del hombre exige un espíritu de libertad que abarque todos los campos de la actividad humana y también especialmente la esfera del pensamiento. La libertad es una auténtica necesidad de los tiempos (S. XV y XVI ) y no es nada sorprendente que se constituyese en el centro de la axiología renacentista como valor conductor a cuyo alrededor se ordenaron todas las demás.

La Religión:

Se produce un proceso de secularización, tanto en el pensamiento como en su actitud ante el mundo, lo que no implicó la irreligiosidad o el ateísmo, que son fenómenos raros en el Renacimiento. La religión se convierte en asunto privado, adoptando una actitud de indiferencia y de desprecio hacia la autoridad de la Iglesia (esta es una raíz del protestantismo junto al pesimismo que angustia la conciencia al ver el destino fijado desde la eternidad y que nada lo puede modificar). Esta concepción del hombre es antirrenacentista y antimoderna y es precisamente este determinismo lo que impidió a Erasmo el adherirse al protestantismo. Tanto la reforma como la Contrarreforma son dos movimientos religiosos que ven al hombre y el mundo desde un prisma de Fe, no de Razón.
El hombre renacentista adopta una actitud racional ante el mundo, pero sin abandonar la fe religiosa. Esta actitud, está en línea con la tradición clásica y su línea fue el del retorno a los clásicos, lo que permite sustituir el principio de la autoridad (método medieval) por el de libre investigación. Los filósofos humanistas situaron a los clásicos en el lugar que les correspondía. Aristóteles es visto como un gran filósofo, pero no como la encarnación de la ciencia, es simplemente un gran hombre; se dan cuenta de las limitaciones de las doctrinas de los antiguos y la reflexión y la experiencia personal se utilizan como nuevos métodos del pensamiento. Los renacentistas son conscientes de que todo está en duda, el nuevo orbe filosófico permite separar la filosofía renacentista de la escolástica medieval, tanto en los temas como en la metodología, pero sigue existiendo una problemática heredada en parte por la filosofía medieval cristiana (Preocupación por el lugar que ocupa Dios en el esquema de las cosas). La filosofía humanista fue el primer paso de un desarrollo intelectual en la línea de un pensamiento secular moderno; la rebelión no es tanto contra Dios como contra sus representantes e intermediarios, es decir contra los teólogos y la Iglesia. En el Renacimiento se dio importancia al hombre, a su dignidad y a su lugar predestinado en el Universo. En la Edad Media la dignidad del hombre no estaba en la libertad y capacidad de crear sino en ser una criatura hecha a imagen y semejanza de Dios.
  • La vida antigua fue Cosmocéntrica
  • La vida medieval fue Teocéntrica
  • La vida moderna fue Antropocéntrica

El hombre protagonista de su destino:

El espíritu del Renacimiento llevó a Pico della Mirandola a afirmar que el destino del hombre no viene de lo Alto, no está determinado por nada material ni espiritual, sino que surge del hombre inocuo: " La suerte es hija del Alma". El hombre pasa de ser un mero espectador en el Medievo a tener confianza en si mismo y convertirse en artífice de si mismo y su destino. En la Florencia del S.XV se escriben textos de exaltación a la grandiosidad humana, destacando la famosa oración sobre la dignidad del hombre de Pico della Mirandola, en la que de forma sencilla y sublime se recoge la nueva imagen del hombre que el califica y apellida como : "el gran milagro y animal admirable". La grandeza del hombre reside en su libertad para hacerse a si mismo, esto es, en convertirse en libre escultor y modelador de si mismo. Cuenta, Pico, que una vez que Dios terminó la creación del mundo, buscó alguien que apreciara el plan de tan grande obra, amara su hermosura y admirara su grandeza; fue entonces cuando creó al hombre y le dio libertad para escoger el camino que quisiera en directa alusión al mito de Prometeo, narrado por Platón en Protágoras. El hombre no tiene una naturaleza fija, concreta y determinada, él es el artífice de su propia suerte y según lo que cultive aquello florecerá. El hombre puede emplear mal su grandeza, pero la meta tiene que ser la perfección, por ello Pico dice que debe apoderarse de nuestra alma una cierta santa ambición de no contentarnos con lo mediocre sino anhelar lo bueno y tratar de conseguirlo con todas nuestras fuerzas. La libertad es una llamada hacia la perfección, hacia la plena realización; se desvanece el mito del Pecado Original rompiendo con la concepción medieval. Para, Pico, el hombre se hace a si mismo, actuando en el mundo, es dueño y señor de todas las cosas, modelador de sí mismo y del mundo. La libertad no es una meta sino un punto de partida para el proceso de realización de las potencialidades humanas. Bruno, también está contra la astrología y afirma que el verdadero cielo se encuentra en nuestro espíritu; el hombre necesita desarrollar el intelecto dejando el ocio de lado. Pompornazi, es otra corriente distinta a la de Pico, afirma con la misma intensidad la excelencia del hombre; la libertad quedaba limitada por el inmutable orden de las cosas a las cuales todos los seres están atados. Pompornazi es el máximo representante del aristotelismo paduano; en su libro: De incostationibus reduce a causas naturales todos los fenómenos maravillosos o milagros que se atribuían a causas sobrenaturales. Defiende una concepción de la naturaleza rígidamente naturalista y determinista (carácter antropológico).. El orden de la naturaleza es único e indestructible y el hombre está ligado y atado a ella; en nombre de la razón científica, Pompornazi atacará y polemizará a Pico, al que acusa de moverse por razones extracientíficas. Este califica el hombre de " Miraculu Magnum ", por su intelecto especulativo por el que puede convocar el orden del mundo y el margen de libertad posible dentro de las leyes generales de la naturaleza. En segundo lugar por su intelecto operativo que le permite actuar en el marco que le impone el orden universal y en tercer lugar el método ético, es decir la virtud universal que podemos lograr en esta vida. Pompornazi sostiene un punto de vista naturalista respecto al alma sin que sea lícito pensar en una vida inmortal. La grandeza del hombre reside en su virtud moral que es recompensa de sí misma; el valor de la vida humana no depende de la duración de la miseria. Para, Pico, el hombre alcanzó la perfección cuando se modula a sí mismo y exalta la libertad sobre la necesidad. Pompornazi reduce la libertad al marco de las leyes de la naturaleza y se realiza cuando actúa normalmente. El hombre puede recuperar la acción de los astros mediante su comportamiento moral. Estos son los dos polos opuestos del Renacimiento.

Revalorización del mundo humano:

El amor a la vida.
Con los humanistas se revaloriza toda manifestación de la vida, el tema de la muerte y la preocupación por el más allá pierde terreno; mientras se vive no existe la muerte, esta idea la refleja muy bien Bocaccio en el Decamerón, donde sus personajes, rodeados por la peste, nunca piensan en la muerte y se dedican a buscar la belleza y el placer. Son famosas las polémicas de los humanistas relacionados con la vida monástica y ascética, que ven como un freno a sus ideales de placer y pasión por la vida. En esta época asistimos a un descubrimiento del cuerpo, que deja de ser pecado para convertirse en objeto de goce y alegría. Se trata de superar la oposición entre carne y espíritu que dominaba en la Edad Media. Se ensalza el amor espiritual y el físico, que además de producir deleite y placer resulta fecundo para el género humano. Hay una exaltación del matrimonio y un culto a la belleza. Los renacentistas, en su búsqueda de la belleza, liberan al arte de su servidumbre teológica y lo convierten en fin de sí mismo. El gusto estético se manifiesta en el deseo de escuchar y hablar bien, de ahí su desprecio por la barbarie de los medievales. Durante el renacimiento, salvo casos excepcionales, no hay ateísmo; domina la idea de considerar la obra de Dios, tanto la Naturaleza como el hombre, como algo digno y valioso en su totalidad. No creen en el pecado original y por tanto tampoco hay corrupción o depravación y en consecuencia proclaman la alegría y el goce por la vida. La pérdida del sentido del pecado hace perder protagonismo a Satanás; valoran también los bienes terrenos producidos por el propio trabajo del hombre, en oposición al ideal de pobreza de la Edad Media. Durante el Renacimiento persistieron actitudes tradicionales propias del ascetismo cristiano, que resurgieron con fuerza a finales del S. XV, frenando el aire renovador y el espíritu de libertad que hubo en la época dorada de los humanistas.

De la magia a la ciencia: Galileo y el método científico:

Hay una relación erótica del mago con la naturaleza, ya que su fuerza reside en el amor, es la llamada magia simpática que ve en el amor la fuerza del conocimiento y del poder humano. Galileo, presenta la naturaleza como un sistema sencillo y ordenado, en el que cada acción es totalmente regular y necesaria: la naturaleza es el dominio de las matemáticas. El gran libro de la naturaleza está escrito en lenguaje matemático, siendo sus caracteres los mismos círculos, triángulos, etc.., en consecuencia, el método de la filosofía será buscar la verdad con razones claras y no mediante fantasías y poesía. El científico se sitúa frente a la naturaleza, muy lejos de la actitud simpática del mago, con fría objetividad y rechaza cualquier tipo de concepción antropocéntrica; sus fantasías no llevan a ninguna parte, ni en el orden del conocimiento teórico ni en el orden de la acción práctica. Galileo será el innovador de la Edad Moderna.

Progreso e Historia:

Los humanistas introdujeron una modalidad de pensamiento historiográfico que rechazó la visión teológica y provindecialista de la historia, que había dominado en la Edad Media y había reducido la historiografía a una mera crónica y narración de hechos milagrosos. Los humanistas buscaron descubrir los principios que rigen la sucesión de los acontecimientos humanos; la historia tiene una trama que corresponde descubrir al historiador, unos pensaban que la trama era de carácter trágico, pues la humanidad había pasado de una edad de oro que se había perdido para siempre, el devenir histórico era un proceso de decadencias; otros, sostuvieron la idea de progreso histórico, pues veían un mundo más habitable que antaño. Los que sostuvieron la idea de progreso estuvieron de acuerdo en afirmar que la raíz y la causa del mundo, residía en el poder creador del hombre y en su voluntad. La superioridad de los clásicos se debía a su educación mundanera, que exaltaba a los hombres activos, en tanto la religión cristiana gratificaba a los humildes y contemplativos que ponen el sumo bien en el desprecio de las cosas del mundo. Así pues, la causa de la antigua prosperidad y la actual miseria, dice Maquiavelo: se debe al valor y actividad de los primeros y a la cobardía de los segundos. Guicciardini, continuador del pensamiento político de Maquiavelo, desprecia la tradicional virtud y antropomorfa de la naturaleza. El punto donde se separa radicalmente el pensamiento mágico del pensamiento científico, reside en la cuestión del método de investigación. Galileo, frente a la anarquía metodológica sostiene un método único y preciso para la construcción del saber científico. Las distintas clases de magias, permiten el uso de diferentes métodos de interpretación de la realidad y todos valen para alcanzar la verdad, por ello Galileo piensa que ningún fruto duradero se puede lograr con ella. El método científico es único y es aquél que parte de la experiencia sensible y concluye en las demostraciones; el mundo de los sentidos (dice Galileo) no es más que un jeroglífico sin descifrar y por eso no puede haber ciencia si junto a las experiencias sensibles, no se llevan a cabo las demostraciones necesarias en las que las matemáticas se convierten en instrumentos indispensables de prueba. Observación y demostración serán los dos elementos indispensables de su método científico, que producirán la llamada revolución científica del S. XVII. La verdad o falsedad se debe conocer por la experiencia y cuando existan demostraciones matemáticas; las diferencias entre la nueva ciencia y la tradicional forma de entender el saber filosófico acerca de la naturaleza se reduce a: utilización de distintos lenguajes, distintos métodos y pretensiones o métodos diferentes. La ciencia necesita un lenguaje preciso y exacto, distintos conceptos de método y de demostración; el camino de la ciencia es el único posible para la inteligencia humana, por lo que deben centrarse en ese saber, había que abandonar la filosofía especulativa por la ciencia experimental. La ciencia no puede basarse en fantasías, sino en hecho verificables; propone una disciplina de la mente, sometida a un método que permita un saber sólido y seguro de la humildad cristiana y alaba al hombre con ambición; ambos dan mucha importancia a la suerte. Maquiavelo, vio que la historia está sometida a un perpetuo movimiento ascendente o descendente y que está influenciada por factores imposibles de prever. No obstante gran parte de los asuntos humanos dependen de su propia virtud, no somos dioses pero tampoco sujetos pasivos sometidos a la diosa Fortuna. También Bodino, en línea con Maquiavelo y Guicciardini, concibe el desarrollo de la Historia como un proceso de cambios sucesivos en los que la fortuna juega un papel importante. Otra teoría afirmó la posibilidad para el hombre de un progreso sin límite y sin condicionamientos de ningún tipo (Pico, Campanella y Bruno ). Para ellos, el hombre proyectándose hacia el futuro puede llegar a serlo todo. Bruno, al rechazar el mito de una originaria edad dorada, concibe el progreso como un continuo alejarse de las formas rudimentarias de la vida humana, ascendiendo de la bestia hasta el hombre. Hay que huir de la ociosidad y la pasividad.

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